Reprimenda por las lagunas supervisoras de la Malta Gaming Authority a quien avisa de la existencia de numerosas alertas de transacciones sospechosas y fallos en las políticas contra el blanqueo de capitales.
Argumentos severos de esta División de Asuntos Financieros del Ejecutivo maltés que avisa de la existencia de demasiados operadores de juego online que simplemente estarían reuniendo datos sin valor añadido alguno
En 2020 constataron más transacciones sospechosas hasta el punto de llegar a las 5.090, más de 3'5 veces los registros contabilizados en 2018, que fueron 1.668.
Pero seguramente las críticas hacia "inadecuadas supervisiones" de los operadores resultan ciertamente llamativas. Acusa, por ejemplo, que "no había sido implementada forma alguna de 'due dilligence', pese a que los clientes se identifican con residentes en países de alto riesgo, y con perfiles de juego que les caracteriza por colocar importantes apuestas en eventos con bajas cotizaciones". Igualmente advierte vulneraciones respecto de las supervisiones de límites de gasto.
La Financial Intelligence Analysis Unit asegura que el tipo más frecuente de incumplimiento supervisor en la esfera de sectores no financieros (Juego incluido) hace referencia a 'una inadecuada evaluación del riesgo del cliente' (11'6% de los casos). Otro 7'6% de las irregularidades detectadas refiere 'la sobreexposición del cliente a consideraciones sobre sus preferencias políticas'.
La semana pasada informamos de las críticas que particularmente desde medios sectoriales llovieron sobre el Gobierno maltés, tras conocerse el nombramiento como máximo responsable de la Malta Gaming Authority de Ryan Pace, un jovencísimo abogado que trabaja en el bufete legal propiedad del Primer Ministro, Robert Abela.