Los casinos Hard Rock, propiedad de los seminolas, ya adicionan también nuevas modalidades de juego hasta ahora prohibidas en Florida como los dados, la ruleta o los fantasy sports.
La controversia se mantiene porque el artículo 3 de la Constitución del Estado de Florida exige que todo casino situado fuera de las propiedades de la tribu semínola con intenciones de incorporar una modalidad de juego deba instar un referendum como paso previo para una eventual comercialización.
El 'compact' o acuerdo aprobado en mayo por el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, precisa que quienes tomen apuestas deben estar radicados en el territorio de los casinos tribales. Pero la paradoja es que admite igualmente la posibilidad de emitir apuestas a través de teléfonos móviles e igualmente la asociación con operadores de apuestas mutuas. El 'compact' ha asignado un tipo impositivo a satisfacer por los directivos de la tribu del 13'75% de los ingresos de las apuestas deportivas.
Todas las circunstancias que rodean la aprobación de las Apuestas son las que mantienen las discrepancias por parte de aquellas empresas titulares de casinos en Florida que ahora se ven imposibilitadas de optar a una oferta como esta. Y así ha sucedido con West Flagler Associates y Bonita-Fort Myers Corp, operadores de Magic City Casino en Miami y de Bonita Springs Poker Room, respectivamente, que han demandado al secretario de Interior, Deb Haaland y al Departamento de Interior por legitimar con su placet el compact que otorgaba a los semínolas las apuestas deportivas. La demanda ha sido presentada ante el Tribunal del Distrito de Columbia y recuerda que el compact también ha capacitado a los semínolas la comercialización por Internet, lo que significa no limitar su alcance a los territorios tribales.
La reacción de las dos empresas, participadas por la familia Havenick de Miami, no es una sorpresa porque cuando surgió la posibilidad de otorgar la licencia a los semínolas ya presentaron diversos recursos judiciales contra el Gobernador DeSantis y anteriormente acumulan una serie de litigios legales contra el Estado por los impedimentos para la construcción de un casino en Cayo Vizcaíno.
Lo que deberá decidirse a partir de ahora es si aquellas apuestas emitidas por internet fuera del territorio propiedad de los semínolas se ajusta a la legislación del Estado de Florida.