ANMARE recapitula el consumo real del producto por habitante mayor de edad en Andalucía, que se limitó a 4'79 euros/año.
La patronal andaluza del sector del juego de entretenimiento presencial ha resumido en el gráfico adjunto la evolución del mercado de la Apuesta presencial en Andalucía desde su apertura regulada en 2018.
En 2020 la Covid y las restricciones de apertura de locales y movimientos supusieron una anomalía. Los datos de 2021 enlazan con los registrados en 2018 y 2019 acreditando un crecimiento moderado en lo que debe identificarse como un mercado maduro.
La irregularidad caracterizó 2020 tras la irrupción de la Covid, destacan desde ANMARE.
La recuperación fue irregular con altibajos a partir del tercer trimestre como consecuencia de los calendarios deportivos y as nuevas restricciones derivadas del rebrote de la Covid al final del ejercicio. Esa misma irregularidad persistió en 2021, pero al final de año trascendió indicadores de normalidad que enlazan con la tendencia que se había consolidado a comienzos de 2020.
No hay un consumo exagerado de Apuestas en Andalucía y los clientes de este producto comercial muestran un claro control del gasto, pese a la irregularidad de los calendarios: en 2021 el gasto fue prácticamente el mismo que en 2019, poco más de 1 euro/trimestre por habitante mayor de 18 años de edad.
ANMARE recuerda que el juego real es la diferencia entre las cantidades apostadas y los premios. A partir de esa diferencia pueden determinarse los ingresos brutos de las empresas, que no son los beneficios empresariales. De esos ingresos brutos hay que deducir la tasa de juego del 10% en el caso de Andalucía, los impuestos nacionales y municipales (Sociedades, IBI, IAE...) y las cotizaciones sociales comunes a todas las empresas. Tras esos desembolsos, asumen los gastos propios de la actividad relativos a personal, alquiler de locales, adquisición, mantenimiento de equipos, etcétera.