La Junta de Gobierno local justifica la decisión "en el temor de un incremento de solicitudes en la ciudad a causa de la suspensión de nuevas licencias en la colindante Barcelona".
Aunque la decisión es por un año, las argumentaciones del consistorio son exactamente las mismas que se han replicado a pies juntillas en las estandarizadas iniciativas municipales en distintos ayuntamientos españoles: proliferación, problemas de salud y dependencia que pueden generar estos espacios, y eventual influencia en la población, particularmente en jóvenes, niños y vulnerables". Es decir, nada nuevo bajo el sol, pese a que la cifra de establecimientos de juego en Catalunya está contingentada desde hace más de una década y, en concreto, la de Salones no puede aumentar por mucho que haya interesados en aperturar al tener una cifra máxima de 127 en todo el territorio, dos de los cuales se sitúan en l'Hospitalet de Llobregat, población que en 2018 sumaba 261.068 habitantes, y en la cual también hay 3 Bingos.
Según el consistorio, la idea sería limitar estas actividades a zonas industriales, aunque esta circunstancia se aleje de las competencias municipales porque éstas recaen en la institución autonómica. ¿Habrá reacción de la Generalitat?
En la referencia de la Junta de la Junta de Gobierno de l'Hospitalet no se advierte referencia alguna a las administraciones de SELAE, puntos mixtos de juegos públicos, ventas de productos de la ONCE y la venta de juegos y loterías de la EAJA (Generalitat) que están al alcance del ciudadano/a en supermercados y espacios al aire público.