Desde que en 2009 se alcanzara el pico en instalación con 43.202 máquinas B, la evolución del parque ha observado puntas y valles, pero la resultante doce años después es que la suma de todas las tipologías acumula un recorte de 13.704 unidades.
Nuevo ejemplo objetivo y riguroso que aporta evidencias de la situación real del sector, lejos del discurso demagógico, y que lo hace a partir del análisis de evolución del Parque de Máquinas B en Andalucía. Las 29.498 unidades contabilizadas en el actual 2021 como suma de las diferentes tipologías (B1, B3 y B4) revelan esa tendencia a la baja y un hecho que resulta particularmente revelador: la adecuación del parque surge en razón de ciclos económicos con su consiguiente incidencia en las circunstancias comerciales, y no a causa de la adopción de directrices normativas.
Durante la segunda década del actual siglo desde que en 2010 se alcanzaron las 40.832 unidades B en total la evolución ha sido muy irregular, pero siempre con inclinación a la baja, según revela el análisis elaborado por la asociación ACODISA. En 2012 se alcanzaron las 31.853 unidades, pero dos años más tarde se llegó al mínimo de 27.716.
En 2019 se regresó a una punta con 32.101 unidades, y los guarismos de 2021 muestran una estabilización en las 29.498 indicadas.
A tenor del examen de la asociación ACODISA, que toma las cifras oficiales de la Junta de Andalucía, en 2021 hay 4.853 máquinas menos que en el año 1992, es decir, 29 años atrás.