Las empresas operadoras expresan sus inquietudes sobre la implementación de la limitación de efectivo y coinciden en la prioridad de apoyar a la implementación del sello acreditativo en juego responsable de COFAR en los establecimientos de hostelería.
La aprobación de la ley 11/21, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal se ha incorporado a las preocupaciones empresariales del sector, inmerso todavía en los efectos de la situación pandémica que tan gran afectación sigue causando en la explotación comercial de las máquinas recreativas con premio limitado en Hostelería.
Durante la Asamblea de Andemar Catalunya celebrada en el día de ayer la repercusión que en la relación de la empresa operadora con el establecimiento de hostelería supone la reducción del efectivo a una cantidad igual o inferior a 1.000 euros a partir de la entrada en vigor de la norma el pasado 11 de julio centró buena parte de las consideraciones de los asistentes, tanto en la relación contractual con el hostelero como en derivadas de aspectos recurrentes como la generación del indispensable cambio para las máquinas recreativas.
Sobre el particular también se refirió el secretario General de Andemar Catalunya, Javier Miró, quien recordó que la medida de limitación de efectivo a 1.000 euros frente a los 2.500 hasta la fecha no se trata de una disposición fiscal. Animó al sector en perspectiva estatal para elevar una consulta a la Dirección General de Tributos /Agencia Estatal Administración Tributaria que traslade las dudas que a efectos de facturación plantea a las empresas del sector "porque hay cuestiones que deja en el aire, y que gestores y asesores de las empresas operadoras ya os han trasladado a vuestras empresas".
Andemar Catalunya animó igualmente a avanzar en el Programa de Juego Responsable impulsado por COFAR que acredita a los establecimientos de hostelería donde se instala la máquina B conforme sus empleados reúnen conocimientos y buenas prácticas respecto de los clientes de las recreativas con premio limitado allí instaladas.
Carlos Duelo recordó que Andemar Catalunya en la primavera de 2019 ya inició los pasos para la implantación del protocolo entre los operadores catalanes y con el tiempo se está demostrando una herramienta de colaboración público-privada en una misma dirección. "La pandemia paralizó esta iniciativa, pero en las circunstancias actuales que afrontamos como sector sigue siendo particularmente importante. Es relevante su implantación, el conocimiento por empleados de las empresas operadoras y de los establecimientos de hostelería, y que las auditorías subsiguientes nos permitan evaluar el grado de éxito".
Varios empresarios se adhirieron a la importancia de implantar el sello, destacando que es fundamental la formación dentro de las empresas operadoras entre el personal. "Es un trabajo que requiere paciencia en la capacidad de formación de nuestros comerciales y nuestros recaudadores en una primera etapa para que ellos también colaboren a su impulso por los locales de hostelería", señaló Jordi Solsona. Por su parte, Antonio Para secundó este criterio. "La experiencia de implantación del sello de responsabilidad está siendo muy satisfactoria.
Los reguladores tienen que percibir que nosotros estamos plenamente comprometidos en la máxima del 'juego responsable', más aún en coyunturas como las actuales".