Apenas 3'04 millones de euros en ventas de la modalidad tradicional en un período carente de actividad en el mes de febrero y con altísimas restricciones y cierres en enero y marzo.
Inicio de ejercicio ciertamente titánico y desesperante para todas las salas de bingo en Castilla y León. Las importantes reducciones de aforo y horarias e incluso de cierre de instalaciones presidieron este período que en condiciones normales suele ser relevante. De hecho, todo el mes de febrero resultó inhábil porque los establecimientos permanecieron con el cierre.
Así, el alcance de las ventas de la modalidad tradicional apenas llegó a los 3'04 millones de euros y en las partidas del electrónico a 0'43 millones de euros. En marzo se concentraron casi el 70% de las ventas totales en el período.
Durante el trimestre la sala licenciada en Soria mantuvo el cierre, lo que significó la prolongación del mismo desde que se decretara el 'estado de alarma' el 14 de marzo de 2020.