A expensas de despejar el organigrama de la Consejería de Economía y Hacienda, pero con la confirmación del encaje de Juego dentro de sus competencias, hay que valorar el compromiso que Vázquez ha transmitido a lo largo de la legislatura con el empresariado andaluz.
Huir del ruido mediático y evaluar la coyuntura sectorial objetivamente son dos elementos muy relevantes a destacar en la labor desplegada al frente de la Dirección General de Financiación (y un sinfín de materias a las cuales también se vinculaba Juego) por Manuel Vázquez.
La legislatura ya comenzó con reproches desde la oposición sobre la regulación de un sector económico y empresarial cuya vertebración normativa había recaído en Andalucía en el PSOE, al tratarse del partido en el poder desde la asunción de las competencias de Juego, le siguieron las derivadas de la campaña orquestada por IU-UPodemos en toda España vectorizada por la 'apuesta' y, como complemento lidiar con los efectos del cierre y restricciones administrativas de establecimientos de hostelería y de juego a causa de la pandemia, cuya gestión fue desarrollada desde el absoluto respeto a la condición empresarial de quienes se veían severamente afectados por una situación sobrevenida.
Vázquez ha mantenido una relación permanente con los distintos sectores del juego de entretenimiento presencial privado de Andalucía y ha sabido transmitir en el organigrama de la Consejería el valor de unas actividades sujetas a unos estrictos controles, con empresas de longeva trayectoria y arraigo en el territorio, y con una contribución al ocio, entretenimiento, turismo, economía, sociedad, industria y fiscal que merece el tratamiento y respeto acorde a su peso específico.
En los próximos días se despejará la incógnita sobre la continuidad de Manuel Vázquez.