Medios empresariales vascos consultados por JPNoticias reiteran la necesidad de complementar el protocolo vigente con otro criptográfico de descarga de ficheros que se actualiza diariamente y faculta la consulta offline como ocurre en otras comunidades.
Adelantábamos ayer que el sistema de conexión del Gobierno Vasco se vino abajo justo en la jornada del estreno de los controles de acceso imperativos a Salones de Juego; entonces la dimensión de la magnitud fue incluso superior porque alcanzó a otros ámbitos de la propia Administración autonómica como la sanitaria. Fueron poco más de 30 minutos que desafortunadamente tuvieron réplica en la jornada de ayer jueves 17 de noviembre coincidiendo con las visitas inspectoras a cargo de la Brigada de Juego, que desde el primer minuto de la entrada en vigor de la medida han emprendido un intensivo recorrido por los Salones de Juego de Euskadi para verificar el cumplimiento.
Aitor Uriarte siempre ha defendido en foros públicos el grado de cumplimiento del sector. La interacción que la Dirección de Juego y Espectáculos mantiene con las empresas volvió a reivindicarla en la reciente intervención en el ExpoCongreso de Torremolinos, en lo que debemos interpretar un testimonio de reconocimiento a su profesionalidad.
Los dos primeros días de controles de acceso imperativos fueron muy difíciles para estos establecimientos... Y lo seguirán siendo en los próximos días a su pesar. Además de lo que significa sensibilizar al cliente que, aunque sólo desee un vaso de agua, tiene que superar el control de acceso con el DNI; observar cómo los inspectores de la Ertzantza generaron intimidación al pedir su DNI a los clientes en el interior de los locales para verificar que la validación por el control de acceso había sido correcta; estar en el foco de la sociedad en general con un inusitado eco en los medios de comunicación digitales, televisivos, radiofónicos, etcétera, y; estos mismos empresarios tengan que ver a diario la impunidad de la venta del juego público en bares y análogos (prohibida) con el prurito de ser los más consumidos en Euskadi, este sector empresarial que cumple espera algo más que una palmadita en la espalda cuando por circunstancias alienas a su gestión sus clientes optan por no entrar a su negocio porque una falla en la operativa del sistema impide certificar la no inscripción en el Registro de Prohibidos.
"Sentido común y didáctica" no son suficientes en la comprensión de una empresa que teme perder un cliente cuando éste se encuentra en el interior del local y un policía le pide su documentación. El sistema de comunicación online con el Registro de Interdicciones del Gobierno Vasco necesita probablemente un complemento para sortear precisamente situaciones imprevisibles como las acontecidas en estos primeros dos días de funcionamiento. Otras comunidades lo implementan sin menoscabo de eficacia y eficiencia. Un protocolo que asegure la actualización diaria a partir de un fichero descargable encriptado que cumpla con los requisitos de Protección de Datos.
La empresa de Salón vela por su negocio, pero en la coyuntura actual también es consciente que desde el propio Gobierno que los regula se envían mensajes en el propio reglamento en favor de una reducción drástica del número de licencias, paradójicamente cuando fue el propio Ejecutivo autonómico el que apenas unos pocos años atrás optó por su incremento. Da que pensar.
En las dos primeras jornadas sentido común y capacidad para empatizar con la situación sobrevenida que afectaba a las empresas la demostrada por los efectivos de la policía autonómica que vivieron in situ y en primera persona las caidas del sistema del Gobierno Vasco y las consecuencias que ello ocasionaba en la relación del negocio y sus potenciales clientes.
Empatía igualmente con el esfuerzo de las empresas que han tenido un tiempo no demasiado amplio para incorporar los controles de acceso. El 30 de septiembre informamos en JPNoticias el desbloqueo en torno al criterio definitivo de las puertas de acceso exteriores a los Salones, además de las condiciones técnicas de accesibilidad de los edificios que albergan los locales, cuyos parámetros nada tienen que ver con el sistema suministrado por proveedor de controles de acceso.