El Parlament balear aprueba la reforma de la ley del Juego, pero Unidas Podemos y Partido Socialista de Islas Baleares (PSIB) escenifican tras la votación las enormes diferencias mantenidas durante la tramitación del texto y que disimularon ante la opinión pública.
La iniciativa del PSIB para facilitar a los casinos la expresión publicitaria fue defendida ayer por Irene Triay, que achacó en la preocupación sindical por la continuidad de los puestos de trabajo la razón de mantener la capacidad publicitaria a los casinos de juego, enmienda que fue respaldada por PP, C's y Vox.
La posibilidad de ejercer publicidad se establece en aeropuertos, zonas turísticas y hoteles. "El 70% de los clientes de casino en Mallorca son turistas, y en Menorca e Ibiza ese porcentaje se elev al 90%", explicó Triay quien concluyó su intervención afirmando que "el enemigo es el juego online".
Ciertamente es una sorpresa que se haya suprimido parte del texto que había sido remitido desde el Consell de Govern, y ayer fue el propio Juan Pedro Yllanes quien no disimuló enojo. "Tengo muchas dudas que un aeropuerto sea un lugar turístico. Por ellos entran y salen ciudadanos de Baleares. Lo deseable es que no hubiera publicidad de establecimiento de juego alguno en ningún lugar, ni en ningún momento".
Pero hay más, el portavoz de Unidas Podemos, Alejandro López, acusó la pretensión de excluir de las distancias a las guarderías como "comprar el relato de la patronal. No se jugarán el juguete, pero pueden haber padres o familiares en tratamiento que tienen derecho a acudir seguros a por los niños", dijo.
Incluso los diputados de Unidas Podemos lucieron en los escaños carteles con la leyenda "la ludopatía no es un juego, ni para residentes, ni para turistas".
Por supuesto, en la intervención de Yllanes dos clásicos de su argumentario en la defensa del texto: "Baleares no podía ser el Las Vegas low cost o el Macao del sur de Europa". Y naturalmente otra de las consabidas alusiones al 'ocio saludable'. "Esta modificación de ley es un reflexión sobre qué modelo de ciudad y pueblo queremos, si queremos de veras un ocio saludable par nuestros niños y si, como sociedad, nos interesan más unos cuantos intereses particulares o el bien común".