La acción fue desarrollada por efectivos del Grupo de Investigación y Protección y del Grupo Operativo de Apoyo de la Policía Local de Málaga, que previamente comprobaron la celebración de partidas ilegales.
Un elemento muy llamativo es que disponían de un sistema artesanal automatizado para seguir el desarrollo del juego: en el mostrador de atención al público había una máquina de fabricación casera de la que se extraían las bolas. Se trata de un mueble de madera con vitrina transparente en el frontal para permitir ver las bolas que iban saliendo al elevarse en el interior mediante un mecanismo de aire a presión. Incluía un tablero con agujeros en el que se iban colocando las bolas extraídas en su lugar correspondiente.
Las bolas que iban apareciendo eran enfocadas por una cámara de video que emitía imágenes a las once pantallas de televisión repartidas por el local.
Los números de cada bola se cantaban vía un micrófono conectado a un amplificador que emitía el sonido a través de siete altavoces igualmente ubicados en distintos puntos del interior del establecimiento.
Al entrar los efectivos policiales, descubrieron un total de 50 personas jugando en el interior. Fueron identificados los responsables, un hombre y una mujer que carecían de autorización para celebrar partidas de bingo.
El local, situado en la barriada de La Virreina en el distrito Palma-Palmilla de la capital malagueña, disponía de 19 mesas con sillas, lo que facultaba para unas 80 personas en juego.
La actuación sirvió para intervenir un total de 2.701'02 euros, una caja de caudales, 22.302 cartones de bingo, 333 rotuladores y bolígrafos, 269 bolas de bingo y hojas de cuentas de las partidas.
Todo el material audiovisual fue precintado en primera instancia y posteriormente intervenido en poder de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga.
Desde la Policía Local recuerdan que es el tercer local clandestino clausurado en un año fruto de las investigaciones del Grupo de Investigación y Protección de la Policía Local.