La ASERVI que conocemos hoy hubiera sido inviable sin el impulso de Otero que paralelamente desplegó una intensa labor comercial que consolidó a Olakoa como referencia de la distribución en la zona norte.
Han sido unos últimos años muy duros para Miguel en un permanente combate con la enfermedad. Recientemente tuvo que experimentar la crueldad del fallecimiento de su padre el mismo día que afrontaba una decisiva intervención quirúrgica.
Referirse a Miguel Otero es hacerlo del sector mismo, de aquella rocambolesca etapa de los permisos de colores (verdes, azules...) y de otras vicisitudes regulatorias de aquellos 80 que en la perspectiva de hoy dejarían ojipláticos, pero que los más veteranos del sector en Euskadi seguro que recuerdan.
Fue el empeño de Miguel Otero en favor de una vertebración asociativa seria y rigurosa de las empresas operadoras vizcaínas la que contribuiría a consolidar, no sin enormes tensiones internas, lo que hoy conocemos como ASERVI.
A la vertiente operacional, Miguel Otero añadió la dimensión comercial que personificaría en Olakoa, marca de referencia para los operadores de la región cantábrica y adyacentes, cuyas convocatorias comerciales eran un valor seguro para el fabricante y proveedor.
Miguel nos ha dejado, pero seguramente ya comparte con su gran amigo y colaborador, Jesús Iturrioz, que marchó muy pronto hace ya muchos años, dejando un vacío enorme coincidente con otra de esas tan difíciles coyunturas del sector en transformación hacia la modernidad.
Nos deja un gran profesional y un hombre de enorme carisma que vivió intensamente su tiempo, que le puso un enorme coraje a las amenazas que las empresas emergentes vascas tuvieron que soportar en el tenso Euskadi de aquellos años y de las que Miguel siempre rehuía hablar, aunque la memoria impide olvidar su dolor. Y una excelente personalidad del sector, cuyo compromiso contribuyó decisivamente en su modernidad y competitividad actuales.
Nuestro pésame para Sonia y para los hijos de Miguel, y todos los familiares y allegados por esta pérdida tan sensible. Descanse en paz.