El freno y recuperación progresiva de las ventas del Bingo en las salas de la comunidad andaluza también tiene su positiva repercusión en la vertiente de ingresos fiscales: las políticas de la Junta han detenido el que parecía imparable desplome de recaudación
El trienio 2021/23 ha logrado materializar unos ingresos que se han movido en una horquilla entre los 9 y 10 millones de euros. Un espacio que parecía abocado al cero absoluto cuando en 2020 (acentuado por los cierres y restricciones Covid) las salas de bingo apenas reportaron al erario andaluz 6’69 millones de euros.
La fórmula del bingo electrónico de sala (BES) ha posibilitado una reversión de las cifras en las que se movía el sector en Andalucía y, aunque en 2023 la contribución fiscal se ha limitado a 9’80 millones de euros, inyectar un mensaje de optimismo y recuperación que se acompaña del mantenimiento del empleo en estos establecimientos.
El reto por delante no es fácil y la Junta lo sabe. Pensar en los 28’50 millones de euros recaudados en 2019 (pre-pandemia) y que ya suponían un descenso continuado respecto de los ejercicios precedentes es ahora mismo una utopía, pero la comprensión e inteligencia que en materia fiscal ha aplicado la Junta en los últimos años ha sido decisiva en el logro de la sostenibilidad del sector en sus diferentes variables.