Los Mossos d’Esquadra detienen a tres hombres acusados de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal y descubren que las monedas sustraídas eran guardadas en un hoyo construido en el lateral de la autopista AP-7
Estaban operativos desde 2008, pero sus acciones delictivas se incrementaron los pasados meses de junio y agosto en las tres comarcas barcelonesas, lo que motivó la activación de diferentes dispositivos de vigilancia por el cuerpo policial.
El modus operandi siempre fue el mismo: un hombre se ocupaba de forzar los accesos a los bares y, una vez dentro, buscaba las máquinas B allí instaladas. Según fuentes policiales, violentaban el candado. El segundo individuo accedía al dinero. Las cantidades sustraídas eran muy diversas porque dependían de la recaudación de la jornada. La tercera persona realizaba tareas de vigilancia en el exterior.
Una vez finalizado el robo, transportaban dinero y herramientas en un escondite situado en el arcén de la autopista AP-7.
Las detenciones tuvieron lugar durante un seguimiento cuando recién habían violentado un bar de Cornellá de Llobregat y regresaron a su domicilio. Los Mossos recuperaron 900 euros que estaban en el coche y posteriormente acudieron al escondite junto a la AP-7 donde hallaron 6.400 euros en efectivo, bolsas de plástico, prensas de ropa para ocultar su identidad y varias herramientas.
Los tres detenidos, con edades de 31, 38 y 45 años, respectivamente, cuya nacionalidad no ha sido difundida, acreditan 67 antecedentes por causas diversas desde 2008.