El ministro se reúne con la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados en Sevilla y señala que "la distancia mínima acordada por la Junta de Andalucía vía decreto es absolutamente insuficiente" a la par que reivindica de nuevo esa asombrosa frase de los 'jóvenes mayores de edad en edad temprana'.
Es más, aseguró Garzón que "otras comunidades están poniendo los 500 metros de distancia" y, a continuación, en declaraciones a los medios de comunicación tras la reunión, certificó que "las personas jóvenes empiezan a normalizar un tipo de consumo como el juego después de salir del instituto".
Más adelante afirmó a los medios. "Para una parte importante de jóvenes ya mayores de edad no es problemático apostar, pero hay una parte de esos jóvenes que sí les resulta problemático y puede iniciar una serie de patologías que son muy peligrosas dentro de una normalización del juego como la que hemos vivido en los últimos años en la que cualquiera que pusiera un partido de fútbol en televisión veía la marca de una casa de apuestas o podía apostar en cualquier momento, incitado por la publicidad que le animaba a gastarse dinero y seguir escalando en una dinámica compulsiva".
Garzón criticó a la Junta de ser "laxa", y posteriormente "invitó a las comunidades autónomas a que se tomen más en serio la lucha contra las consecuencias del juego compulsivo, particularmente de las apuestas".
Ciertamente no hay expectativa de cambio en el discurso del ministro que quiere seguir manteniendo la cuestión en los máximos del debate político poniendo en el foco en el sector Presencial, cuya competencia se le escapa.