La progresiva flexibilización de restricciones administrativas ha favorecido que el número de unidades acogidas a esta figura tributaria ya se sitúe en 153.
Sigue reflejando las grandes dificultades que la actual coyuntura está significando para las empresas operadoras, pero una vez más observamos con datos en la mano cómo la minoración de restricciones Covid contribuye decisivamente en el menor recurso hacia la figura tributaria de la 'baja temporal'.
En un parque B de las dimensiones de una comunidad uniprovincial como la cántabra la cifra de 153 unidades significa catorce menos que las 167 en tal situación a la conclusión del ejercicio 2020.
En el primer trimestre de 2021 esa cantidad descendía a 163 y a la finalización del segundo a 163.
Recientemente el presidente de ACEO-Cantabria, José Ramón Sainz, reivindicaba en la revista Joc Privat (JP351-Octubre 2021) mayor flexibilidad en los porcentajes para el cálculo de las máquinas B que cada empresa operadora puede destinar a este fin. También abogaba por plazos más flexibles y menor imposición tributaria. "Ha sido y es fundamental para garantizar la pervivencia y sostenibilidad de las empresas porque permite ajustar el parque de máquinas a los incesantes y sorpresivos cierres de locales que la maldita pandemia ocasiona", señala Sainz. "Esta opción no nos condena a tener que dar bajas definitivas o a mantener un parque abonando unas tasas absolutamente desproporcionadas que asfixian a las empresas. Y tampoco podemos olvidar la 'baja temporal' ayuda a las empresas a mantener puestos de trabajo e ingresos fiscales que generamos".