Fuentes empresariales admiten la dificultad que tienen las salas en el objetivo de recuperar el perfil de cliente habitual, a lo que debe unirse la situación económica general y como consecuencia de todo ello la complejidad de ofrecer premios atractivos.
La pandemia, y en los últimos meses el incremento del coste de la vida, están repercutiendo de forma severa en las salas de bingo aragonesas.
Las ventas en el primer semestre de 2022 superaron ligeramente los 24'53 millones de euros con el mes de abril como período más activo en el período analizado.
El diferencial negativo respecto del ejercicio 2019, que es la referencia previa a la pandemia, se situó a fecha 30 de junio de 2022 en el -34'23% en términos absolutos. Un dato negativo que evidencia el esfuerzo humano y empresarial por seguir aportando una oferta de entretenimiento atractiva.
La disminución del ratio de clientes a las salas tiene una derivada que en el caso del Bingo es capital: el premio. La condición mutual del juego penaliza el premio si los asistentes a las partidas descienden.