El interanual refleja un crecimiento absoluto del +1’81%, pero la obligada referencia comparativa con el año 2019 es contundente al reconocer una brecha superior al -30%.
La regularidad en los registros mensuales de ventas fue la meior noticia para las salas de bingo aragonesas porque revelan un halo de optimismo. Las facturaciones brutas de febrero y agosto fueron las únicas que reflejaron guarismos por debajo de los 4 millones de euros.
Fuentes empresariales consultadas por JPNoticias reiteran que la reactivación de las ventas sólo pasa por propiciar un retorno de premios mayor. El Bingo aragonés soporta una imposición del 33’28% sobre win, guarismo que impide ofrecer un retorno a premios más elevado que el reportado por el resto de subsectores del juego de entretenimiento presencial privado.
El aliciente del premio, sumado a la condición mutual y social del juego del bingo, serían aspectos que contribuirían a la dinamización de la oferta y a resultar más atractivo para el cliente que muy lentamente vuelve a situar en el Bingo el destino de parte de su tiempo de ocio.