Las máquinas B, E, E1 y C que operaron en Castilla y León a lo largo de 2023 reportaron un absoluto de 46’38 millones de euros, el ingreso más bajo desde el año 2020, que estuvo plagado de aplazamientos.
Tras dos ejercicios fuertemente condicionados por la pandemia y por los aplazamientos masivos que tuvieron que afrontar las empresas operadoras, ha sido en el ejercicio 2023 cuando se ha percibido de manera más acusada el significativo descenso del parque de máquinas activo en sus diferentes segmentos: Hostelería, Salones de Juego, Bingos y Casinos.
Tanto en 2021 como en 2022 la recaudación total superó holgadamente los 54 y los 59 millones de euros, respectivamente. En 2023 esa cantidad se limitó a 46’38 millones de euros, el indicado -22’22% de caída respecto de 2022, según ha podido confirmar JPNoticias.
Por demarcaciones resultan muy ilustrativos los casos de León y Valladolid. En el primero, en 2022 se habían recaudado 13’38 millones de euros y en 2023 apenas 9’78 millones de euros. En la demarcación vallisoletana el ingreso en 2022 arrojó 13’41 millones de euros, pero en 2023 se redujo a 10’32 millones de euros.
El número de autoliquidaciones de tributos de juego realizadas en 2023 fue de 40.600. En 2021 esa cifra alcanzó las 51.889 y en 2022 las 50.674.
2023 fue el primer ejercicio en que las empresas operadoras de Castilla y León pudieran aplicar el devengo trimestral sobre la tasa de juego. Igualmente es preciso recordar que en 2020 bajo el argumento de la existencia de devengo anual la Junta no promovió bonificación alguna por los días de cierre de los establecimientos de hostelería y locales de juego en general por causas de fuerza mayor (Covid).