Se trata de una exacción que penaliza los premios obtenidos por los clientes de la sala de bingo, cuya implementación en España se circunscribe actualmente a Región de Murcia y Asturias.
Para el erario murciano la percepción en el ejercicio 2023 de este Impuesto supuso un ingreso extra en su cuantía porque su previsión presupuestaria en el año era de 0’23 millones de euros, exactamente la misma cantidad recaudada en 2022. Lo cierto es que al completarse el año 2023 lo ingresado efectivamente fue más elevado situándose en 0’25 millones de euros.
Es el tercer año consecutivo al alza desde la crisis pandémica. En 2019 esta partida se completó con algo más de 0’27 millones de euros. Es decir, desde la perspectiva de la Hacienda murciana este anacrónico capítulo todavía existente ya se estaría homologando al período pre-pandémico.