El Alto Tribunal belga estima que los operadores online “no pueden ser tratados como operadores presenciales porque los presenciales no pueden ofrecer distintos productos en diferentes emplazamientos”.
Lo que resuelve el Tribunal Constitucional se incluía en la ley de 1999 que autorizaba que un operador pudiera ofrecer distintos tipos de juego en la misma website. Ahora el fallo de la Corte lo anula y determina la separación de verticales de juego online (A+) y apuestas online (F1+).
El argumentario rechaza el criterio defendido por el Ejecutivo belga, según el cual los dominios y locales de juego retail no son análogos. Aseguraba el Gobierno que el equivalente del retail sería la web y que a los operadores online les debería ser permitido ofrecer juegos en la misma URL dentro del mismo dominio.