La Conselleria de Hacienda presupuesta en 2022 unos ingresos sorprendentemente expansivos por este capítulo que incide sobre las empresas operadoras levantinas.
La contribución fiscal de las empresas operadoras de máquinas B (y también por las C de casinos) en el ejercicio 2021 alcanzó los 72'64 millones de euros, un guarismo que prácticamente replica los 72'54 millones de euros acreditados en el año inmediatamente anterior.
La brecha generada por la pandemia en 2020 fue extraordinariamente significativa, ya que en 2019 (año pre-pandémico) los ingresos por esta partida del erario autonómico valenciano que recoge la tasa de juego llegó a los 99'18 millones de euros. Es decir, el interanual advierte un diferencial a la baja superior a los 27 millones de euros, que volvió a repetirse en 2021.
Una vez más, las Cuentas de la Generalitat Valenciana muestran un optimismo desmesurado al evaluar las expectativas de ingreso por esta partida, justamente cuando la pandemia y la nueva ley del Juego de 2020 han restado expectativas inversoras en el sector. En 2021 la Conselleria d'Hisenda presupuestó 80'94 millones de euros, constatando en última instancia un devengo de 72'64 millones de euros. En 2022, que no alberga mejores expectativas, calcula una proyección de ingresos por este capítulo de 98'88 millones, que resultan ciertamente sorprendentes considerando la coyuntura que atraviesa el sector.
Hasta abril de 2022 los derechos contraídos por las empresas operadoras de Máquinas B y C en Comunidad Valenciana era de 29'37 millones de euros, siendo la recaudación líquida de 26'83 millones de euros.