Mañana miércoles comienza en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial con sede en Oviedo la vista oral por este caso que a finales de 2019 mantuvo en vilo a la Hostelería asturiana.
Los acusados, junto con otro joven menor de edad, accedían a distintos establecimientos públicos de hostelería, preferentemente fuera de las horas de apertura y atención al público, violentando los elementos de cierre que tuvieran los locales, según el fiscal.
En la madrugada del 3 de diciembre de 2019 presuntamente cometieron numerosos hechos desplazándose a bordo de un Seat León que había sido robado esa misma noche en Zeluán-Gozón (distrito de Avilés). Esa madrugada entraron en una cafetería de la calle Coronel Bobes de Oviedo, una vez fracturada la luna de cristal. Se apoderaron de 500 euros en billetes de 50 euros que estaban destinados para el alquiler del local. Violentaron la máquina B allí instalada, apoderándose del efectivo en su interior, 607'80 euros. Los daños ascendieron a 2.807'05 euros.
Posteriormente la policía contrasta que se dirigieron a un restaurante en la calle Menéndez y Pelayo y, tras fracturar el ventanal de cristal accedieron a su interior donde se apoderaron de los dispositivos de grabación de las cámaras de videovigilancia, del cajetín de la máquina B allí instalada (793'60 euros), entre otros; los daños se elevaron a 1.097'78 euros. Luego fueron a la calle José Menéndez Carreño con una operativa similar; en este caso de la máquina B se apoderaron de 398'30 euros. Aquella madrugada la culminaron en una estación de servicio. El vehículo apareció abandonado en Llaneza. el 5 de diciembre
A comienzos de abril de 2020 habrían actuado en una cafetería de Santullano-Las Regueras donde violentaron la expendedora de vending.
El grupo actuaba de forma organizada y coordinada, cada uno de sus miembros tenía asignadas unas funciones de labores de vigilancia, traslados de los vehículos (muchos robados) y ejecución de los hechos con una permanente comunicación entre todos los integrantes.