Los derechos reconocidos netos de la Hacienda asturiana procedentes de los diferentes sectores del juego de entretenimiento presencial en 2020 cayeron un -32'73% sobre la previsión presupuestaria del ejercicio, pero en realidad ésta se sustentaba en unas expectativas para el año desenfocadas de la realidad.
Hay que comenzar por este último punto porque resulta fundamental. El Ejecutivo regional presupuestó para 2020 unos ingresos totales procedentes del Juego Privado Presencial (incluido el impuesto autonómico del Bingo) de 29'09 millones. Esta previsión fue singularmente favorable en tanto incrementaba en casi 4 millones de euros la partida de ingresos (25'39 millones de recaudación fueron los obtenidos en 2019) cuando ya en los cinco ejercicios precedentes se evidenciaba una inequívoca sucesión anual a la baja en términos absolutos.
Los ingresos totales procedentes de la tasa de juego aplicada sobre los distintos sectores del Juego en Asturias y por el impuesto autonómico sobre el juego del bingo alcanzaron en 2020 la cantidad de 19'57 millones de euros, según la contabilidad oficial del Principado. Formalmente supondría una disminución del -32'73% respecto de las previsiones iniciales de esta partida presupuestaria calculadas por la Hacienda del Principado. Si la estimación es realizada sobre lo efectivamente ingresado en 2019 por esta partida (25'39 millones de euros), el descenso sería realmente del -22'57%, es decir, casi diez puntos de diferencia respecto del dato precedente.
Sin embargo, hay que recordar que en diciembre de 2020 el Gobierno de Asturias percibió una cantidad compensatoria por el descenso de recaudación procedente de los tributos del Juego que dimanaba del Cuarto Tramo del Fondo Covid que, según los cálculos de Joc Privat (JP342/Enero 2021), reprsentó una inyección de 6.750.714'36 euros. Es decir, sumada la compensación al total reconocido por el Gobierno asturiano, la recaudación objetiva por esta partida en 2020 sería de 26'32 millones de euros, lo que significa que, respecto de la previsión presupuestaria de 29'09 millones de euros el diferencial negativo por esta partida de ingresos habría sido del -9'52%. Pero si realmente tomamos como referencia el dato de lo efectivamente ingresado en 2019 (25'39 millones de euros), y lo comparamos con los ingresos del Gobierno asturiano por tributos de Juego en 2020, incluida la cantidad percibida como compensación del Fondo Covid (26'32 millones de euros), la Hacienda asturiana realmente habría obtenido un beneficio real por esta partida del +3'66%.
Este último factor resulta mucho más relevante por cuanto en el ejercicio 2020 las únicas medidas fiscales adoptadas por el Gobierno asturiano hacia las empresas del sector del juego de entretenimiento de titularidad privada fueron el aplazamiento y el fraccionamiento. No se produjo bonificación alguna. Que considerando la última de las variables analizadas, la Hacienda asturiana concluyera 2020 con un superávit por este capítulo sin adoptar medida bonificadora alguna confirma a las claras que en este caso concreto sus arcas habrían cobrado objetivamente dos veces por un mismo concepto.
Sin contabilizar las respectivas compensaciones que también obtuvo el Gobierno asturiano por el resto de tributos cedidos a cuenta del Cuarto Tramo del Fondo Covid, la incidencia en 2020 fue la siguiente:
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Juridicos Documentados: -14'41% sobre la previsión presupuestaria. Los derechos reconocidos finalmente fueron 119'27 millones de euros cuando la previsión inicial se había elevado a 139'35 millones.
- Impuesto de Sucesiones y Donaciones: -10'02%. Los derechos reconocidos han sido en 2020 de 80'60 millones de euros cuando la previsión inicial había sido de 89'58 millones.