La autenticación a través de la biometría es muy sencilla porque el usuario sólo tiene que mirar a la cámara o hablar durante unos segundos para que el sistema autentique su identidad.
Una de las grandes prestaciones es que si una persona está registrada en un página web de alquiler de motos, por ejemplo, y esa página sufre un ataque, roban la foto y el vector biométrico de la base de datos, esta tecnología incapacita el acceso con estas credenciales en otros servicios. Además, tampoco podrá emplear el vector biométrico porque éste sólo es válido para el motor biométrico concreto en una versión concreta y generado para un servicio en particular.
- La autenticación biométrica ha evolucionado enormemente y abarca varias características únicas de cada individuo como la voz y la cara.
- Los dispositivos biométricos son actualmente más asequibles y están disponibles en una amplia variedad de productos como smartphones (FaceID), tablets, portátiles... Es segura y accesible para proteger los datos.
- La implementación de algoritmos y técnicas de aprendizaje automático ha aumentado su efectividad (más del 99%). Poner el acento en características como la voz y el rostro incrementa la tasa de acierto y con ello también su fiabilidad.
- La tecnología biométrica es capaz de reconocer la identidad, pese al irremediable paso del tiempo.
- La tecnología de prueba de vida permite comprobar que la persona que realiza el proceso de on boarding es real porque detecta todo tipo de fraudes (desde máscaras y fotos hasta las deepfkes). El motor anti-spoofing de Veridas entrenado para detectar rastros y distinguir los casos en los que la voz se reproduce a través de un altavoz: la precisión aproximada de esta tecnología es del 97% cuando el audio reproducido procede de un altavoz de gama baja o media; si la gama es alta, la capacidad de detección se reduce al 92%, según los datos de evaluación de las bases de datos internas de la empresa.
- La biometría permite identificar usuarios mediante su imagen facial o su voz en apenas tres segundos, independientemente del idioma que utilice o las palabras enunciadas; los motores biométricos desplegados en los productos no necesitan ser entrenados con una cara en particular para funcionar correctamente. Una vez entrenados, éstos son capaces de distinguir si dos fotos se corresponden al mismo individuo sin necesidad de haberlo visto previamente.