Aunque el de perspectivas vuelve a resultar negativo, el balance entre la valoración positiva menos la negativa de los tres índices (interanual, intertrimestral y expectativas) es de 106'1 frente a 56'5 del trimestre precedente.
La razón de este apenas asomo favorable (el primero en dos años) responde al hecho que la mitad de los encuestados opina que sus negocios han ido a mejor en el segundo trimestre de 2021 frente al mismo período de 2020. El 32'1% cree que fue a peor.
No obstante, el índice de futuro resulta negativo porque un 46'6%se expresa pesimista y piensa que su actividad empeorará en el tercer trimestre frente a un 27% que se pronuncia optimista.
Los costes de la energía constituyen el factor de influencia más negativo en el segundo trimestre. Pero en el segundo trimestre los encuestados también subrayan la preocupación por los costes de las materias primas y la mayor presión fiscal.
En cuanto a factores externos la falta de confianza social y los costes financieros se mantienen como los de mayor preocupación, aunque su influencia es menor. Los precios altos y medios se colocan como asunto prioritario de preocupación frente a aspectos como la inseguridad.