La colaboración de los operadores Punto Es con la Policía Nacional vuelve a ser decisiva en la desarticulación de esta trama acusada de blanqueo de capitales, falsedad documental, estafa y usurpación de estado civil que todavía no se da por concluida.
El operativo 'Pippen', que ha sido coordinado por el Servicio de Criminalidad Informática de la Fiscalía Provincial de Granada, ha permitido la detención del presunto líder de la trama, pero también investigar a una cincuentena de personas por su presunta participación en los hechos. Más de 260 son las víctimas en España y también en otros países cuyas identidades fueron suplantadas.
Los agentes han investigado la utilización indebida de los datos de identidad de multitud de personas repartidas por la geografía española y de otros países para registrase en marcas de apuestas online mediante bonos de bienvenida y posteriormente utilizar estas cuentas de juego registradas para realizar apuestas burlando los límites de las marcas de apuestas deportivas; los beneficios obtenidos de su práctica tenían que ser tributados por las personas suplantadas.
En la realización de estas actividades el detenido utilizaba personas de su confianza para conseguir nuevas identidades, además de la compra de documentos en la red de internet; los investigadores policiales admiten la identificación de compra de más de 1.500 documentos de identidad.
Más de 50 personas han sido identificadas como implicadas y definidas como 'colaboradores' de los delitos. Han sido localizadas casi un millar de cuentas corrientes de distintas entidades bancarias utilizadas por la organización cuyos ingresos totales superan los 7'76 millones de euros.
Esta acción policial es una continuación de 'Operación Jordán' que desmanteló semanas atrás una organización criminal que presuntamente había hackeado sistemas informáticos de instituciones públicas de Madrid y Granada a partir de un modus operandi consistente en cambiar la domiciliación de nóminas y derivar el pago a cuentas abiertas con documentación falsificada.
El principal investigado fue detenido en Madrid donde se le intervino un chalet de lujo valorado en 1'25 millones de euros y se bloquearon diferentes productos financieros con un saldo aproximado de 160.000 euros y otros a nombre de presuntos testaferros con unos saldos de 60.000 euros. El fraude a la Hacienda pública se acerca al millón de euros.