La Jornada de 'Operación Salón' evidencia la necesidad de profundizar en la colaboración de las fuerzas y cuerpos de la Seguridad del Estado y las empresas para hallar soluciones eficaces.
Fue el denominador común de la casi totalidad de intervenciones en la jornada de ayer impulsada conjuntamente por la Comisaría General de Policía Judicial y ANESAR. La reivindicación empresarial no puede sorprender porque constituye vector en cuantas reuniones abordan esta circunstancia o las consecuencias que derivan precisamente de su ausencia. Pero ayer fue la propia Policía Nacional la que por si había dudas reconoció la vulnerabilidad que los Salones de Juego representan ante "el gran manejo de efectivo", cuyo efecto llamada no es una mera frase, sino una realidad a la que contraponer con el riesgo inherente cotidianamente.
La Unidad Central de Inteligencia Criminal, a través de sus distintos representantes, admitió en la jornada de ayer que los medios de pago alternativos al efectivo en los Salones de Juego resulta un elemento fundamental en aras de la seguridad del establecimiento, de sus empleados y de los clientes.
No hubo novedad en cuanto a los datos estadísticos sobre los hechos delictivos en Salones de Juego documentados por Policía Nacional en 2022 y en el primer trimestre de 2023, que el jefe del Servicio de Control de Juegos de Azar, David Calvete, ya adelantó en el curso del Congreso de ANESAR el pasado mayo por lo que las discrepancias sobre los mismos se mantienen.