Aunque la Administración holandesa lo denomina 'confinamiento light', salones, casinos y FECs vuelven a verse afectados por limitaciones de aforo, distanciamiento personal de 1'5 metros y cierre adelantado del horario a partir de las 18 horas.
El impacto ya estaría repercutiendo severamente en la facturación de las empresas a causa de la implementación de las medidas. Además, hay requisitos adicionales que acentúan más si cabe esta circunstancia: la exigencia del código QR para acceder a los establecimientos mediante el cual es acreditada la pauta de vacunación o la disposición de un test negativo.
La duración de las medidas restrictivas ha sido fijada en tres semanas.