El Ejecutivo holandés se autoimpone la adopción de un plan de actuación inmediato sobre la regulación de Juego en la isla caribeña, tras la publicación de un informe periodístico que acusa a Curaçao de acoger miles de sitios de juego ilegales.
La consideración de Curaçao como "región fiscal autónoma" dentro del Reino de Países Bajos le permite moverse en un entorno alieno a los requisitos fijados para el resto del país. Sin embargo, la publicación del reportaje en un medio de comunicación acusando a este territorio como foco de prácticas de juego ilegal multiplicó las preguntas parlamentarias dirigidas al ministro de Protección Legal, Sander Dekker, quien asume las competencias del Juego en el Gobierno.
El artículo acusa de la existencia de 12.000 webs ilegales establecidas en Curaçao, que acapararían un 40% del mercado no regulado.
Para Dekker la cuestión de fondo es que las autoridades de Curaçao otorgaron unas pocas licencias, pero sin impedir que éstas a su vez pudieran impulsar sublicencias, lo que explica la extraordinaria cifra de portales con sede en la isla caribeña.
El Ejecutivo holandés ha asumido como propia la situación de Curaçao para lo que colabora estrechamente con los responsables del territorio para adoptar un plan de acción que limite y propicie una mejor regulación de la oferta de juegos de azar.