Los operadores aragoneses redujeron a la mitad en 2021 las bajas definitivas B1 de 2020, pero no impidió un nuevo descenso del -3'89% de los establecimientos de hostelería que cuentan con al menos 1 máquina recreativa con premio limitado en su oferta.
Fueron 3.092 los establecimientos de hostelería aragoneses que al finalizar 2021 mantenían al menos 1 máquina B instalada en el local. En el sexenio 2016/21 el conjunto de la hostelería aragonesa ha pasado de 3.563 locales con B1 instalada en 2016 a los 3.092 indicados al culminar 2021.
Los dos últimos ejercicios han acentuado la brecha a causa de los cierres que deparó el confinamiento y las restricciones administrativas tan severas como la prolongada prohibición de consumo en barra que anulaba de facto la oferta comercial de la máquina B con la consiguiente factura para su continuidad, así como la de muchos establecimientos en general.
Las empresas operadoras gestionaron 181 bajas definitivas de máquinas B1 en 2021, cuyo principal destino era justamente la hostelería. Fue una cifra inferior a las 370 ejecutadas cuando finalizó 2020. La suma de la incidencia en ambos ejercicios alcanzó las -551 unidades, guarismo que muestra el fortísimo impacto de la crisis pandémica.
El total de máquinas B1 en la hostelería aragonesa cerró 2021 con 4.861 unidades frente a las 5.058 contabilizadas en 2020.
La gran mayoría de los locales de hostelería con máquina B1 (53'33%) lo hicieron con una sola instalación; el 36'13% de los establecimientos con B instalada tenían 2 máquinas recreativas, y; por último, el 10'54% del total con B1 acreditaba 3 unidades.
La ausencia de compensación tributaria alguna a las empresas operadoras el pasado año, pese a que en 2021 debieron afrontar una vez más restricciones horarias y de aforo, además de la prohibición del consumo en barra, siguió colocando a la figura tributaria de la 'baja temporal' como un instrumento útil en la defensa del fondo de comercio. Aunque su cifra disminuyó respecto de las 381 contabilizadas en 2020, las 343 referenciadas por el Gobierno aragonés testimonian ese objetivo de no perder competitividad a cargo de las empresas.
La normativa vigente en Aragón engloba dentro del término 'hostelería' con facultad para instalar máquinas B a los bares, cafeterías, pubs, güisquerías, clubes, cafés-teatro, cafés-cantante, restaurantes, salas de fiesta, tablaos flamencos, discotecas (salvo de juventud), y zonas de expedición y venta de alimentos de estaciones de servicio.