El colectivo de empresarios de Salón rechaza que "se nos pueda prohibir comunicar comercialmente con nuestros clientes, aunque éstos lo hayan pedido".
El presidente de AESA, José Antonio Rubio, recuerda que "es el sector el que reclama hace años una regulación estable, pero pide que se nos escuche más de lo que ha sucedido hasta ahora". Rubio espera que "los grupos políticos sean sensibles a las modificaciones técnicas que proponemos desde la asociación porque son fruto de la especialización en un actividad muy compleja y con gran peso en la riqueza y empleo del la comunidad".
AESA defiende "un marco estable y consensuado en el cual poder desarrollar su actividad", pero expresa disconformidad y espera que el texto mejore durante la tramitación en la Cámara autonómica, particularmente en cinco aspectos:
- Aplicar el Registro de Juego de Prohibidos en el REJUP "en las B en hostelería es inviable y muy probablemente contrario a la normativa de protección de datos tal como se propone".
- El control y acceso remoto de la Administración en tiempo real a las máquinas en locales de juego "obliga a fuertes inversiones a los Salones, que ya están ofreciendo esta información cuando se les solicita".
- Los salones aragoneses llevan a cabo el control de acceso presencial por personal de sala con la consiguiente solicitud de documentación, pero hacerlo en la puerta y no poder incorporar tecnología como medios de reconocimiento biométrico que sí permiten otras comunidades obliga a duplicar el personal y, de nuevo, a incurrir en cuantiosos gastos.
- La prohibición de fidelización del cliente o la comunicación comercial con ellos, aunque pidieran recibirla, coarta los derechos y la libertad de las empresas.
- AESA defiende la homologación previa del material de Juego como siempre ha sucedido, pero rechaza que se haga sobre sistemas de pago, de comunicación, software o equipos informáticos sobre los que no tiene competencia.